Nada para nosotros, Señor, nada para nosotros, sino para la gloria de tu nombre
Nuestras vidas diarias y nuestros trabajos deben ser orientados siempre hacia Dios, hacia nuestra familia y hacia nuestros semejantes, dejando a un lado la avaricia y el poder de tenencia, pues estamos de paso en esta vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario