miércoles, 5 de noviembre de 2008

Jesús y los pecadores


El acostumbraba decir: "yo no he venido a llamar justos sino a los pecadores" (MC 2, 17); los invita a la conversión sin la cual no se puede entrar al reino de los cielos, pero les demuestra con palabras y con hechos la misericordia sin límite del Padre Celestial hacia ellos (Lc 15,11)y la gran alegría que hay en el cielo por un solo pecador que se convierte (lc 15, 7); la prueba suprema de su gran amor hacia los pecadores es el sacrificio de su vida en la gran cruz para obtener el perdón de los pecados (545).